“La intercesión es una oración de petición que nos conforma muy de cerca con la oración de Jesús. Él es el único intercesor ante el Padre a favor de todos los hombres, de los pecadores en particular.” (Catecismo de la Iglesia Católica #2634).
La intercesión es la base de todas las obras y proyectos “Si el Señor no construye la casa, en vano trabajan los albañiles” (Salmo:127). Este ministerio nos lleva a tener una gran pasión por la oración y hacernos uno con toda la Iglesia que ora incesantemente.
La intercesión guiada por el Espíritu Santo…
“Y de igual manera, el Espíritu viene en ayuda de nuestra flaqueza. Pues nosotros no sabemos cómo pedir para orar como conviene; más el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos inefables” (Romanos 8, 26-27).
A través de la alabanza que es otro don, la adoración, salmos, cantos y lecturas espirituales intercedemos por todas las intenciones que se nos confían presentándolas al Corazón de Jesús y María como el Espíritu Santo lo inspira.