El Papa San Juan Pablo II en el año 1983 expresó una gran verdad sobre la evangelización de que esta debía ser “Nueva en su ardor, en sus métodos, en su expresión” y así lo afirma el Papa San Pablo VI “La evidente importancia del contenido no debe hacer olvidar la importancia de los métodos y medios de la evangelización. Este problema de cómo evangelizar es siempre actual, porque las maneras de evangelizar cambian según las diversas circunstancias de tiempo, lugar, cultura; por eso plantean casi un desafío a nuestra capacidad de descubrir y adaptar” (Exhortación apostólica: Evangelii Nuntiandi #40)
Vivimos en una realidad donde el mundo va avanzando con nuevos descubrimientos en el campo de la ciencia, la medicina, en la tecnología entre otros, que van adaptando al ser humano a nuevos tiempos. El hombre ha desarrollado la tecnología como una ayuda para civilizarse, adquirir más conocimiento, ampliar su relación social y lo que para muchos era difícil el acceso a internet, el manejo de equipos electrónicos, redes sociales y demás, actualmente esto se ha convertido como algo indispensable para las personas.
Es por esto que la evangelización puede llegar a millones y millones de seres humanos a través de estos medios y como somos una Iglesia que camina al ritmo de estos tiempos modernos, nuestro Instituto desarrolla este ministerio tan importante a través de las redes sociales como Youtube, Facebook, Twitter, nuestra página web y con miras a otras aplicaciones como herramientas e instrumentos para comunicar una Iglesia viva a través de los encuentros de oración, catequesis, enseñanzas, audios grabados, canciones, libros y demás, que como dice el Papa Francisco estamos llamados “ir a las periferias del mundo”
Actualmente contamos con los equipos necesarios para evangelizar a través de este medio tan poderoso que ha envuelto al mundo y por el cual hace que aquellos que tienen alguna discapacidad, viven en otros países, al otro lado del mundo, no se queden sin recibir a Dios; es nuestra misión evangelizar al mundo entero haciendo vivas las palabras de nuestro Señor Jesucristo cuando dice que seamos sal de la tierra y luz del mundo.